Allí tenemos la bandera creada por Manuel Belgrano. Él dio todo por la Patria, dejó su sueldo y murió pobre. Es el ejemplo a seguir: el de poner el bien común por encima del individuo“. Con esa ideao arrancó Alejandro Sabella su ciclo como director técnico de la selección Argentina. El mensaje era para el plantel, al que busca inculcarle valores como la humildad, la generosidad y el sentido de pertenencia.
“Pachorra”, apodo que recibió por su gusto por dormir la siesta, nació el 5 de noviembre de 1954, y su infancia la vivió en un departamento de Barrio Norte, Capital Federal. “Era una familia de clase media, el primer auto fue un jeep y después un Renault 4; a comer afuera no íbamos nunca y la ropa, en general, la hacía mi mamá comprando telas: Así que si bien no trabajé, tampoco sobraba“, recuerda Sabella.
Fan de Titanes en el Ring, sus peleadores preferidos eran El Caballero Rojo y el Indio Comanche. Entrenaba su zurda con una pelota pulpo, en la esquina de las calles Vidt y Paraguay. “Creo que yo era derecho y como jugaba de diez y casi todos los diez eran zurdos, empecé a patear de zurda todos los días y quedé zurdo“, cuenta. A los siete años empezó a jugar los torneos internos del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA), donde su equipo estuvo cinco años invicto.
Estudió casi dos años de Abogacía, en la Universidad de Buenos Aires (UBA), rindió seis materias, pero la dejó cuando empezó en la Primera de River. “En realidad, a mí me gustaba más la medicina, pero me metí en abogacía porque podía estudiar en casa. Con medicina era más difícil porque tenía muchas prácticas“, confiesa.
En el “Millonario” no tuvo muchas oportunidades porque delante suyo estaba el “Beto” Alonso, el “10″ titular en el equipo de Ángel Labruna. Por eso, en 1978, decidió ir a jugar al Sheffield de Inglaterra, donde estuvo dos años y luego pasó a Leeds United.
El paso de Sabella en el Sheffield de Inglaterra.
Su relación con Estudiantes de La Plata nació en 1981 cuando Carlos Bilardo, DT del “León”, lo fue a buscar a Inglaterra y lo convenció de ser el enganche del equipo que se consagró campeón del Metropolitano 1982 y del Nacional 1983. El “Pincha” se convirtió en su segunda casa, a donde regresó el 15 de marzo de 2009, pero del otro lado de la línea de cal. En su primera experiencia como director técnico logró la Copa Libertadores de ese año y el Apertura 2010.
Como DT de Estudiantes, Sabella ganó 58 partidos de 97 que dirigió.
Con 56 años y sin la melena al viento que lo identificó en la década del 70, “Pachorra” necesitó sólo dos temporadas en Estudiantes para demostrar sus condiciones para ponerse el buzo de DT de la selección Argentina, en agosto de 2011.
Como DT de la selección Argentina, Sabella ganó 19 partidos de 32 que dirigió.
Los libros y la política
“Me considero progresista“, afirmó Sabella, quien confesó que su político número uno es Néstor Kirchner y que simpatiza con el gobierno de Cristina Fernández. “Tenemos una presidenta que piensa en el conjunto de la sociedad“, aseguró. Asiduo lector de libros de historia, sus próceres favoritos son: San Martín, Moreno, Belgrano, Monteagudo, Dorrego, Castelli y Rosas. Su película favorita es “Belgrano“, del director Sebastián Pivotto y protagonizada por Pablo Rago.
En su juventud, las paredes de su habitación se dividían entre pósters de fútbol con los cuadros de Perón. Su biblioteca estaba compuesta por el semanario El Descamisado y los diez tomos de “Historia argentina“, de José María Rosa.
Sabella explica cómo jugó Estudiantes de La Plata ante Barcelona.
Peronista confeso, compartió muchos años de trabajo con un radical: Daniel Passarella. Con el Káiser se conocieron en River Plate, en 1974, y fue su ayudante de campo en River, Parma, Monterrey, Corinthians y las selecciones de Argentina y Uruguay. Desde entonces mantienen una gran amistad.
Su debilidad por la gaseosa y su pánico a volar
En el libro Pachorra. Historias para conocer a Sabella, de Pablo Hacker y Javier Saúl, publicado por librofutbol.com, Sabella cuenta que no bebe alcohol y es fanático de las gaseosas, principalmente de la Coca Cola. puede llegar a tomar más de un litro por día. A la hora de elegir una infusión, le pone acento argentino a la cuestión: se inclina por el mate antes que el café.
Cada vez que llega a un hotel, se fija si la televisión funciona bien y si tiene los canales para mirar partidos de fútbol. Además, una de sus manías es revisar si la habitación tiene caja de seguridad. “Soy medio obsesivo con los documentos, pasaporte y dinero“.
“Pachorra” habla del sentido de pertenencia de los jugadores en la Selección.
Sabella mira mucho fútbol. Le cuesta desconectarse y, frente al televisor, sentado en su sillón, puede pasar horas. Sin embargo, Pachorra también cambia de canal: “Soy muy familiero. Cuando no estoy entrenando me gusta quedarme en casa a ver televisión, especialmente series y películas que tengan que ver con la política y la historia. Y si estoy con mi esposa también veo algunas románticas“.
Sabella habla inglés, italiano y portugués, además de español. Por eso, fue el espía del Káiser, y viajó alrededor del mundo para observar futuros rivales y jugadores a enfrentar. “Traía un análisis completísimo. Dividía la hoja como si fueran todas canchitas y así iba analizando cada jugada. Era un adelantado en la parte analítica“, describe Eduardo Bongiovanni, jefe de prensa de la selección entre 1994 y 1998.
Sabella fue ayudante de campo de Daniel Passarella (centro) junto a Américo Gallego (derecha).
Sin embargo, Sabella le temen a volar: “No me gusta para nada viajar en avión. Depende de los estados de ánimo a veces tengo más temor y otras menos, pero, cuando se empieza a mover, rezo”, dice Pachorra, quien, a la hora de irse de vacaciones prefiere la Costa Atlántica y dice que es de viajar poco, porque, cuando está en el exterior, tiene ganas de volver rápido a la Argentina.
Y cuando el viaje es ineludible, el problema que surge es el de la comida, ya que a Sabella no le gusta probar alimentos exóticos. Pachorra prefiere comidas clásicas como el asado. “Soy medio reacio, me da temor. No recuerdo haber probado ninguna cosa muy diferente. Voy a lo seguro. No me gusta el picante. En México (jugó en Irapuato y fue ayudante de campo de Passarella en Monterrey) preguntaba si era picante y me decían que no y cuando lo probaba no lo podía comer. Una vez compré un sándwich de jamón y queso de pan lactal en una carretera. Cuando lo mordí, en el medio, tenía un chile. Fue instantáneo: se me durmió la boca, los labios, horrible“.
Messi, el capitán
“Quiero que el hecho de ser capitán le dé una responsabilidad mayor y lo ayude a madurar un poco más“, argumentó Sabella su decisión de darle la capitanía a Messi. Sabella, el DT que logró lo que sus antecesores (Pekerman, Basile, Maradona y Batista) no pudieron: sacar a la mejor versión de Messi con la celeste y blanca.
Lo primero que hizo Sabella ni bien asumió fue ir a ver a Messi para conocerlo, saber qué pensaba, contarle su proyecto, y hacerle una propuesta: que sea el nuevo capitán de la Argentina. Hasta ese momento, el capitán era Mascherano, quien ni bien fue consultado por el cambio, no lo dudó ni un instante.
“Hay que agradecer que tenemos al mejor jugador del mundo y agradecer que tiene ganas de jugar con la Selección. Lo más importante de todo es dejarlo tranquilo para que sea feliz. En la medida en que lo dejemos tranquilo y sea feliz, vamos a ser felices todos“. Ahora, hay que esperar que Messi tenga el junio más feliz de su vida y traiga la tercer Copa del Mundo a la Argentina.
de Cantera WR1 Blogs http://www.chelsea-bulgaria.com/sabella-de-los-libros-a-la-pelota/